jueves, 13 de diciembre de 2018

Mini creepy

La mente corrompida y la sonrisa demacrada,
la camiseta rota y los brazos al descubierto,
el pelo sucio y la cara ensangrentada.

Mis conocidos ya no están,
¿por qué será?
...

Me invitaron a una fiesta, 
me pegaron e insultaron,
la humanidad está esclavizada por un sistema de protagonismo, de fortaleza, de mandato.
(Yo no soy parte de esa humanidad)

Y alguien tendrá que limpiar toda la mugre que corroe este mundo sin sentido.

Voy acercándome a los matones que me arruinan la vida día a día, no sé como hacerlo, pero la ansiedad me hace no pensar.

<<Gracias, gracias por hacerme escuchar las voces que siempre intenté bloquear, vosotros mismos os habéis puesto en vuestra contra>>.

Sólo esas palabras para el final de sus vidas, la obsesión por la sangre, por sus caras demacradas; tal vez sus tripas me queden bien.

Dios, que sensación, mi mente me provoca alucinaciones, mi mente está en un quinto piso a punto de suicidarse por el balcón, me quiere hacer perder (me). Escucho gritos, pero son mis amigos, mis voces, mi yo, mi fuero interno, mi verdadera personalidad, dicen que necesito más, que eso me hace feliz, que el mundo es una mierda, y yo quiero acabar igual de demacrado. Pero es de noche, llevo tripas en mis manos, y sangre en mi sonrisa, llevo los ojos desquiciados y una mente traviesa, es la hora perfecta, pero no la persona perfecta, sólo he visto a una muchacha, la misma que me defendió, la novia de uno de los que he matado.

Venga, ella realmente estaba loca por él, por mucho que me defendiera no dejaría que a él le pasara nada, ella se pondría en mi contra, no me entenderá.
Mi mente está viendo más allá, es una mujer en verdad, me entra por la vista y me revienta matarla sin más, mi mente me pide violarla, es lo que se merece, por querer a uno que no le conviene.

La mato, y eso me pone más, no puedo aguantarme, y no lo hago, mientras lo hago recuerdo sus súplicas por vivir, sus gritos y su último latido, me embadurno en su sangre, tan roja y pasional, tan amarga como mi amor por ella. Que pena que no me eligiera.


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