miércoles, 20 de febrero de 2019

No soy demonio, tampoco soy ángel.

No soy un demonio,
pero tampoco soy un ángel.

No caigamos en el infierno
ni subamos hasta el cielo
mejor quedémonos en el intermedio
quemándonos a fuego lento.
Entre nubes de algodón fresa 
y una botella de coñac sobre la mesa.

No dejes que te consuma,
no pidas el deseo de que te baje la luna
no busques consuelo en este hombro
pero tampoco busques la muerte en este cuerpo.

Unos dicen que soy un paraíso,
del que nunca quieren salir,
otros prefieren llamarme laberinto
intentan escapar encegados,
y terminan perdidos,
desesperados,
nunca lo consiguieron.

Tengo la magia que necesitas,
tengo esa chispa que buscas,
pero no soy Speed,
no te drogues mucho conmigo,
no vaya a ser que te vicies,
no vaya a ser que mueras
por
probarme
una
vez 
más...].

Estoy cuando me necesitas pero no me quieres,
no lo admites,
pero cuando lo niegas,
ahí, en ese momento,
es cuando me voy,
me voy cuando me quieres,
pero ya no me necesitas,
sólo crees necesitarme,
por darte ese minuto de gloria,
porque distes un grito al cielo al verme,
y suspiraste,
pero ese suspiro se hará eterno.

No soy demonio,
aunque algunos creen que sí,
por perder la cabeza entre mis piernas,
por perder la locura entre mis noches de amargura.
No soy ángel,
aunque otros también lo crean,
por dejarse seducir con palabras bonitas,
por olvidar por momentos...
por creer que por mi, 
ya no están en un hoyo.


0 comentarios:

Publicar un comentario